jueves, 20 de marzo de 2008

Mensaje Pascual


Comunión Apostólica Ecuménica

Iglesia Católica Apostólica Antiguadel Río de la Plata

Mensaje Patriarcal de Pascua2008




“No teman, yo sé que ustedes buscan a Jesús , el Crucificado.
No está aquí, porque ha resucitado como lo había dicho...” Mt. 28:5-6

Queridos hermanos y hermanas:

¡Alégrense el Señor ha Resucitado!

En esta mañana de domingo la esperanza perfuma nuestras vidas, es la resurrección de Cristo quién nos llena de alegría y plenitud, viviendo por la fe este hecho que iluminó los sepulcros de la humanidad oscurecida por el pecado. Nuestra vida debe basarse en el más profundo Amor, en ese amor que en la resurrección resignifica y recrea nuestra existencia, dándole la luz que solo el vencimiento de la muerte puede dar.

No teman, no tengan miedo!! Son frases reiterativa luego de la resurrección, son la actitud que Cristo nos llama a tomar, la valentía, el dejar el temor paralizante para tomar responsabilidad en este proyecto salvífico, del cual el resucitado nos invita a ser parte.

No tengamos miedo, ya que es un flagelo propio de la muerte, muerte que está vencida por esa resurrección gloriosa, sello eterno e indeleble que la fuerza del Dios de la vida plasmo en este universo.

Los resucitados debemos de ser luces par el mundo, contagiar la alegría del gran amor de Dios manifestados en esa madrugada gloriosa del primer domingo cristiano, alegría que pertenece al mundo entero , y que solo está recluida en los cofres de la historia burocratizada de comunidades acartonadas.

¡¡¡Cristo ha Resucitado!!! Eso para muchos no es noticia hoy, o es un versículo de un tiempo del año determinado, que repiten los sacerdotes por ordenes litúrgicas.

Yo les digo: ¡Cristo ha resucitado, y camina junto a esta Iglesia, el cena con nosotros, parte el pan y nos explica las Escrituras! Y esta aseveración no es mera poesía , sino , la más profunda convicción de una Iglesia del siglo XXI que camina como la Antigua Iglesia de los Apóstoles, sintiendo en su corazón la certeza inefable de Cristo, de su guía amorosa y su fuerza vencedora de la muerte.

Queridos hermanos de la Iglesia Patriarcal: es un honor y alegría poder hacer esta proclamación jubilosa de la Resurrección nueva de Cristo, ya que es noticia , hoy como ayer , del amor infinito e incondicional de Dios para con TODOS sus Hijos.
Nadie quede triste en soledad , vengan todos a vivir la presencia de Cristo en torno al altar eucarístico, abrazados unos a otros como hermanos verdaderos que somos gracias a ese amor que dio su vida por nosotros.

La Iglesia Mundial debe dar testimonio, tanto con hechos, como con palabras , de esta salvación real del genero humano, de la cual nadie está excluido sino Todos llamados a aferrarse a esta barca grande y luminosa que surca los mares de la incertidumbre actual.
Como iglesia vayamos al encuentro de los hermanos, cualquiera sea su opción de vida, cualquiera sea su color de piel, no pensando con prejuicios ,ni etiquetando con ligereza , solo dejando que el Amor sea nuestra brújula en este viaje y que el Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo sea la bitácora.

Ir mar adentro echad las redes, dijo el Señor, hagámosle caso sin ambagues, sin titubeos, sin medias tintas, vayamos sin temor al medio del mar del mundo y arrojemos las redes para pescar la esperanza del los hombres y plenificarla con el amor que somos dispensadores.

Seamos faros de esperanza en medio de las tormentas de este mundo capitalizado, en donde todo posee un precio y cada uno vale según lo que posee, rompamos con nuestros rayos de fe y testimonio esas penumbras de confusión que arrastran a miles de hermanos hacia la denigración existencial, gritemos que el Amor ha vencido, y que el valor de la vida está en ese amor que venció la muerte y del cual somos depositario al igual que generadores.

Levantemos nuestros ojos y abramos la boca para proclamar la verdad, sin temor, denunciemos la injusticia, ya que el Reino de Dios es un reino de paz, la cual solo se alcanza con la justicia más pura.

No entremos en pobres discusiones teológicas con otros grupos cristianos de quién es el que posee la verdad de Cristo, y por lo tanto quién es salvo o quién no lo es, esas cosas solo debilitan la gran y única Iglesia de Cristo, seamos puentes de diálogo , propiciadores del abrazo más genuino y liberador de los resentimientos institucionales históricos.

Tengamos en nosotros la esperanza de los niños, y como ellos crezcamos en la fe y sobretodo en el Amor.

Estamos viviendo tiempos convulsionados, en donde la pobreza no retrocede tan fácilmente, aunque hay conciencia de ella y acciones que en consecuencia se suceden para mitigarla, pero no es suficiente, el Continente Americano es pobre, y sufre los peores flagelos que de ese estado emergen.
América Total clama hambrienta de justicia social verdadera, no de discursos socialistas amoldados a realidades de organismos financieros internacionales, los pobres siguen en su pobreza, y sus necesidades son bofetadas en el rostro divino. En cada hermano marginado, excluido y humillado está Cristo; un Cristo que crucificado en su miseria nos interpela llamándonos a una reacción de justicia transformadora de la realidad y del orden existente.

El mundo se ve envuelto en continuas odiosidades a nivel de los gobiernos, que en su afán de primacía desgarran a sus poblaciones en cruentos enfrentamientos sin sentido. Irak es hoy un gran cementerio del horror, y su guerra es ,fue y será injustificada, son mujeres, ancianos y niños , los que se cuentan primordialmente entre los muertos de esta infamia al corazón de Dios. Dejemos las armas y trabajemos por el Bien Común del Mundo, para que el Reino de Dios, despunte como el alba de este domingo santo de resurrección.

Es la persecución por la Ideología, por la creencia que aún hoy se manifiesta en este mundo, son nuestra comunidades muchas veces perseguidas por otras denominaciones que haciendo uso de sus alianzas de poder-Estado , son promotores de movimientos que atentan contra la libertad de culto, de pensamiento y de la expresión del mismo. Basta de permitir con el silencio cómplice, hermanos, estas atrocidades que hoy viven miles y miles de hermanos nuestros, el resucitado nos llama al Abrazo de justicia, a ser la voz de los sin voz.

Queridos hermanos: Cristo ha resucitados, y desde esa resurrección nos increpa a la acción liberadora de todos los flagelos de muerte que hoy padece su pueblo, los pueblo de toda la tierra. Abramos los sepulcros de la hipocresía y con valentía marchemos iluminando el mundo con la llama inextinguible del amor de Dios.

Fortalezcamos nuestras comunidades , vayamos al encuentro de TODOS los hermanos, invitemos a comer de nuestras mesas eucarísticas , sin recelos y sin condicionamientos falsos e inoportunos, frutos de una historia de siglos de opresión espiritual y reglamentación de castigo eclesial.

Abramos la Iglesia, dejemos que entren los pueblos, y que el Amor de Dios sea el transformador de sus realidades, no escatimemos en amor, no escatimemos en abrazos, seamos generosos con nuestras manos.

Que en este año la Iglesia esté presente en todo el mundo y que su voz sea clara y sin titubeos en la proclamación de que “ Cristo ha resucitado y su Amor se derrama abundantemente sobre TODA la humanidad”.

Alégrense hermanos Cristo hoy está resucitado junto a nosotros y parte su pan en nuestros altares para alimentar a su pueblo

Queridos hermanos sean fieles a este amor que resucita, seamos uno en Cristo y en su Santa Iglesia

Feliz Resurrección Aleluya!!!


Un Abrazo en Cristo


Su Beatitud Monseñor
+++ Sebastián Camacho Bentancur
Arzobispo Primado de la Iglesia Católica Apostólica Antigua del Río de la Plata
Patriarca de la Comunión Apostólica Ecuménica Mundial

Sede Patriarcal de Montevideo